Estoy en todas partes. No os liberaréis de mí, reino donde quiera que miréis. Os prohíbo que os aburráis. Os impido pensar. El terrorismo de la novedad me sirve para vender vacío. Yo decreto lo que es Auténtico, lo que es Hermoso, lo que está Bien. Creéis que gozáis de libre albedrío, pero vuestro deseo ya no os pertenece. Soy la publicidad. (Frédéric Beigbeder, 13'99 euros).
Otro de los anuncios simplones de la temporada es este "No quiero gastar", protagonizado por la one-hit wonderRebeca, precisamente usando su única canción de éxito como base.
Del anuncio, poca cosa a decir:
1. El traje de cuero negro ajustado de Rebeca. ¿De verdad va así por el mundo? Lo digo porque si se queda parada con el coche en un arcén, igual algún camionero polaco o esloveno se detiene confundido y le hace una oferta rápida.
2. Podemos constatar que la grabación y preparación del spot no debe haber afectado demasiado al presupuesto de la empresa.
3.
La infografía. Para mí, el mejor momento es cuando la cantante va "apartando", a
estilo tablet, las ofertas de otros talleres que se le aparecen en su
camino a Aurgi.
4. El cuerpo de baile. Si os fijáis, dos curritos enfundados con el mono azul de trabajo esperan a Rebeca a las puertas del taller Aurgi, marcándose unos cutre-pasos de baile.
5. El slogan. "Vienes por el precio". A mí, esto me sugiere que en estos talleres son un poco chapuzas y que lo importante para ellos no es el servicio, sino lo que te puedes ahorrar. Typical Spanish.
Aún con todos esos factores, mi Veredicto es:
Lo mejor: La canción sigue siendo pegadiza, y el anuncio en sí no molesta ni tiene elevadas pretensiones.
Lo peor:
La impresión de anuncio rodado con poco presupuesto y ganas.
Saludos.
PD: Existe una segunda versión. En lugar de "cambio de ruedas" la canción propone un "cambio de aceite". Me abstengo de comentar nada.
Antes de analizar la nueva campaña de Donuts, debo confesar que no puedo ser totalmente objetivo: Uno, que ha trabajado una buena ración de años para una gran multinacional de consultoría, se ve algo reflejado en esta caricatura, que pretende ser simpática para acabar siendo patética.
Vayamos por partes. El primer anuncio de Donuts MIX nos muestra la moderna cafetería de una supuesta gran empresa, donde un oscuro jefecillo (le delatan su cara de panoli, la triste corbata y las gafas de montura metálica totalmente pasadas de moda) se dirige despectivamente al que debe ser uno de sus trabajadores:
- Chaval, tráenos unos Donuts Bombón.
- Sí, sí, ahora mismo, señor.
(Por cierto, ¿Chaval? ¿Qué falta de respeto es esa? ¿Y quién a estas alturas llama señor a su jefe, aunque te lleve cincuenta años?)
Debe ser el primer día de trabajo del pobre becario, con lo que el tío
pierde el trasero para complacer los deseos de su jefe, y sale corriendo por la puerta. Este queda esperando en la cafetería, flanqueado por otros dos estereotipos que parece que podemos encontrar en cualquier oficina nacional: el
pelota gafapasta y la rubia mona y tonta (luego argumentaré porqué me lo parece).
Estereotipos de oficina.
Ya desde el móvil, el encargado se dedica a putear al improvisado camarero, pidiéndole diferentes sabores para sus Donuts, mientras sus dos adláteres se mueren de risa con las ocurrencias del guasón. Hasta que el novato vuelve a la cafetería con el pack completo de todos los nuevos sabores del producto.Y aquí sucede el milagro que espero nadie se haya tragado: la chica queda inmediatamente prendada de él. Así de sencillo.
La princesa enamorada
Efectivamente, así se le queda la cara a ella cuando su héroe deja con dos palmos de narices al jefe y al pelota. ¡So falsa, si hace dos minutos te estabas riendo de él con los otros dos capullos!
Lo mejor es que hay una segunda parte de la campaña, que acaba de rematar el invento.
En este segundo spot, más corto y localizado en la misma cafetería, nuestro héroe (que se ha venido arriba y ya se atreve a llevar una horrible camisa hawaiana en la oficina) se despide del encargado y del pelota al grito de ¡Buenas vacaciones! (Claro, ahora me cuadra lo de la camisa...)
Pero el jefecillo, que todavía debe estar picado con el chasco que se llevó, a instancias del gafapasta arribista, le para y le pide de nuevo un Donuts .... ¡y ahora de Stracciatella! Pero el becario no está dispuesto a que le pillen otra vez, y no deja pasar ni un segundo antes de cumplir la petición del jefe (debe ser que llevaba el rosco en el bolsillo), y se despide de nuevo, llevándose a la rubia por la cintura ante la mirada de sorpresa de los otros (incluídos los espectadores).
Desde luego, de todos los personajes de la campaña, creo que el más estereotipado y cutre es del de la chica florero. No hace nada, no dice casi nada, se deja influenciar primero por el jefe y luego por el chaval nuevo. Tan sólo sonríe, pone caritas y luce su escultural cuerpo, realzado con bonitos vestidos y zapatos de larguísimos tacones. ¿Las asociaciones feministas no se han quejado sobre el papelón de la chavala? ¿Es realmente esta la imagen que hay en la publicidad nacional sobre las chicas oficinistas? Personalmente, no lo creo. La gran mayoría de mujeres con las que he trabajado, ya sean jóvenes o veteranas, altas o bajas, más o menos atractivas, son muy inteligentes y están preparadísmas. Incluso poseen ciertas capacidades de las que adolecen sus homólogos masculinos. Por ejemplo, un sexto sentido especial para saber cómo te encuentras, o unas capacidades de negociación alternativas, que suelen dar buenos frutos. Así que pienso que estos dos anuncios son injustos con ellas.
Veredicto:
Lo mejor: Los anuncios están bien rodados y tienen ritmo.
Lo peor: Los rancios estereotipos mostrados, especialmente el de la chica. Me temo que las relaciones jerárquicas en las empresas siguen siendo, desgraciadamente, más o menos como se reflejan en estos spots del producto de Panrico.
Final del cuento
Desde lo más profundo de mis oscuros pensamientos, este debería ser el final para los cuatro protagonistas de la campaña:
El chico nuevo: La rubita le abandonó a los dos meses. Harto de esperar oportunidades en la compañía que le pedía trabajar de ocho de la mañana a ocho de la tarde sin cobrar horas extra, un buen día manda a tomar por culo al jefe y se enrola en una ONG como voluntario. Ahora sigue trabajando 12 horas al día, esta vez sin cobrar, en un poblado en África. Pero se siente feliz, mientras da clases de matemáticas a los niños.
El encargado: Engordó treinta kilos por su afición a la bollería industrial. Le han diagnosticado azúcar en la sangre, y tras años de servilismo con los gerentes de la empresa, éstos le han pagado con un ERE y veinte días por año trabajado. Ahora hace de camarero de la nueva cafetería, donde puede servir Donuts, ensaimadas y cafés con leche a sus verdugos.
La chica: Pronto se cansó del tipo que siempre llevaba un Donut en los bolsillos, para dirigir sus intereses hacia objetivos más elevados. Ya no trabaja.
El pelota: Gran paciencia, combinada con unas buenas dotes diplomáticas, un resistente par de rodilleras, un bote de vaselina y una extraña habilidad para decir 'Sí' y traicionar a sus compañeros, han convertido a este previsible fracasado en uno de los nuevos directores de departamento de la empresa. Una mujer (guapa, rubia y de dientes blanquísimos) le espera cada noche en casa, con la cena enfriándose. Pero él no llega hasta las once, para tan sólo conseguir ver dormidos a su esposa y a sus hijos. Solo y hundido en el sofá, finalmente cena un Donuts MIX, duro y reseco, rescatado de la cartera de uno de ellos, mientras se interroga si tanto esfuerzo ha valido la pena, y si finalmente está satisfecho con su vida.
Sin duda alguna, una de las canciones de este verano es 'Get Lucky', de Daft Punk, con el rapero Pharrell Williams y Nile Rodgers de Chic, ese hombre al que no le ha cambiado la cara en treinta años.
Probablemente, la canción en sí no es un prodigio ni dará paso a una nueva era en la música tecno-funk (desconozco si existe esta clasificación, me acabo de sacar el concepto de la manga y tampoco en esto soy un experto), pero se beneficia de una extraña magia que la hace ser a la vez elegante, despreocupada y fácilmente digerible. En definitiva, que no ralla aunque se escuche continuamente. Como prueba, en Youtube podéis encontrar loops con montajes de entre 10 minutos y varias horas, repitiéndola.
En resumen, estamos ante un track eminentemente comercial, pero con calidad suficiente para perdurar en el tiempo más que cualquier canción de verano (excepto las del inquietante Georgie Dann).
Fue lanzado en abril de este año, con lo que lleva dando vueltas algo más de dos meses y medio. Tiempo suficiente para que su influencia se note en algunos otros de los anuncios de este verano, que intentan imitar el estilo del tema de los robots con más o menos suerte. Os propongo una pequeña lista de spots con bandas sonoras similares (o que a mí me lo parecen):
No estoy seguro de que este spot esté disponible en otro idioma que el catalán (yo por lo menos no lo he conseguido ver nunca en castellano). Pero para el tema que nos ocupa hoy, es suficiente con escuchar la banda sonora:
No he conseguido encontrar referencias al autor o grupo responsables del tema, por lo que entiendo que es un encargo de estudio específico para el anuncio.
Seat Ibiza ITECH
De nuevo, y según el blog Anuncios de TV, el tema parece ser un jingle compuesto especialmente para el spot. Por el momento se desconoce la agencia o la productora del anuncio y no se tienen más datos sobre la canción.
Renault scenic xmod
En este caso, la banda sonora está algo más escorada hacia el estilo italo-dance que tanto daño hizo en las pistas de baile a mediados de los ochenta. Todo lo retro acaba volviendo y explotándonos en la cara.
La canción, según la mayoría de comentarios (aunque hay cierta discrepancia en el ciberespacio), es "Take A Walk" de Passion Pit.
En fin, esto es todo por hoy. ¿Tenéis en mente algún otro anuncio con el mismo estilo de música? ¿Es casualidad que tres de los cuatro anuncios que he encontrado sean de coches?
No puedo evitar el iniciar los contenidos de este blog con el que, desde mi punto de vista, es el anuncio más absurdo de este verano 2013. Apostaría mi parte proporcional de la multa que Messi va a pagar a Hacienda (porque Hacienda somos todos, ¿verdad?) a que muchos pensáis como yo.
¡Pero quietos, no nos precipitemos! Me inclino a pensar que en esta ocasión sí que es posible que el spot sea parte de un plan urdido por alguna inquietante corporación secreta para controlar las mentes de los telespectadores, y así acabar de idiotizarnos. Por tanto, antes de decidir, vamos a analizar la peliculita en detalle, y dispongámonos a tomar conclusiones:
La acción se inicia con el plano general de una bucólica piscina junto al mar. Hasta ese momento, justo antes de consumirse el primer segundo, el anuncio va bien. Pero la catástrofe y el horror están a punto de mostrarse ante nuestros ojos desprevenidos.
Amaia está tomando un cóctel, estirada en su hamaca, cuando de repente, un idiota con cara de acabar de llegar del after ¡mete mano a su bolso semiabierto! ¡WTF! ¿Qué cojones se supone que estás haciendo, so borderline? ¿Eres un cleptómano? ¿Un pervertido? ¿Quieres ser mujer y no sabes a quién preguntar? Pero alma de cántaro, ¿Quién en su sano juicio va por ahí metiendo la mano en los bolsos de las chicas?
Pero poco le pasa al degenerado para lo que podría haber sido. Amalia, que lo ha pillado con las manos en la masa, en lugar de zumbarle una buena ostia con la palma abierta, le enseña a cómo ponerse un tampón mientras pone cara de niñita mala. Para ello, utiliza el puño cerrado del mismísimo depravado. De fondo suena una agradable melodía, entre bossanova y música de ascensor, digna de ser firmada por el gran DJ Kiko Rivera (autor de los éxitos patrios "Quítate el top" o "Chica loca").
Confieso que la primera vez que vi la secuencia, no daba crédito a mis ojos.
Pero sigamos con las imágenes. Los amigos del cretino (de su misma cuerda o aún peor), se van acercando a la improvisada profesora de educación sexual, con los ojos en blanco, y preparando sus colmillos.
Los 3 idiotas. Quedaros con sus caras, nos darán más momentos de gloria.
Al acabar su explicación, la bella Amaia (eso sí que lo tiene), con un sublime y sorprendente truco de magia hace desaparecer el tampón de la mano del primer anormal, que le responde con su mejor cara de orgasmo: La baba cae de su boca torcida en una mueca bobalicona. Me pregunto qué estará pasando por su mente en estos momentos. ¿Quizás está ideando nuevas posibilidades para el producto, siendo ayudado por sus dos buenos colegas?
Como Amaia entiende que ha puesto a los zangolotinos en modo 'On', y que no puede pasar nada bueno a partir de ahí, decide poner pies en polvorosa (la tonta aún se deja el bolso abierto) y se lanza con gran estilo a la piscina, para a continuación emerger (perfectamente maquillada) de las aguas de forma ladina, con la mejor frase de la tarde:
Este verano, mójate (Solo le falta decir "como yo"), con Tampax Pearl.
¿Soy un mal pensado o esta combinación de acontecimientos, culminada con la guapa Amaia emergiendo brillante y sugestiva de la piscina es en el fondo un burdo intento de provocación sexual? ¿Pretendía el spot ser elegante y se ha quedado en algo chapucero y de mal gusto? Entiendo que la gran mayoría de los espectadores (tanto mujeres como hombres) no se habrán sentido cómodos o representados. Es más ¿Daría tanto que hablar el anuncio si en lugar de tres maromos, la protagonista diera la explicación a tres lozanas y sonrientes chicas?
Pensándolo bien, tanto despropósito no puede ser casualidad. Quizás, como suele pasar, todo este pastiche es producto de una mente brillante y retorcida para que hablemos (aunque sea mal) del anuncio y del producto.
Reconozco que yo he caído en la trampa. O simplemente es posible que no haya captado el sentido del spot: En definitiva, me rindo, aunque podría dar por bueno el razonamiento de Angel Martín en Twitter:
Quizás no haya otra explicación posible.
Veredicto:
Lo mejor: Amaia Salamanca es muy guapa. ¿Lo he dicho ya? Pero ¿Es suficiente para sostener un anuncio?
Lo peor: El papelón de los tres pasmados.
Saludos.
The Bug.
PD: Ah! Si sois un poco masoquistas y buscáis en Youtube, existe una versión "De Luxe Extended" del comercial, posiblemente más retorcida e inquietante, puesto que en sus 45 segundos de gloria, dá mas cancha a los tres pazguatos masculinos (es un decir, lo de masculinos).